CARTA ABIERTA (QUE PROBABLEMENTE JAMÁS LLEGUE) A AFTERELLEN (Y DE PASO A NUESTRAS LECTORAS) (Parte 1)

Ayer leí una nota publicada en el reconocido sitio Afterellen.com que disparó algo en mi cerebro y me llevó a pensar. El artículo en cuestión está escrito por Heather Hogan, una de las mejores escritoras que tiene la página en la actualidad (la que hace los recaps de Pretty Little Liars), y por eso aún me extraña más el calibre de sus declaraciones. Pero lo que dijo lo abordaré más adelante, por las dudas si quieren leer su texto completo (en inglés), lo pueden hacer aquí. 

Primero que nada quiero aclarar que yo soy una fiel lectora de Afterellen (de ahora en adelante AE) desde sus mismísimos inicios, y que la considero una gran página en muchos sentidos. Por eso no es mi idea atacar al sitio web más famoso sobre lesbianismo que existe en Internet, sino solo decir lo que pienso sobre un tema que a veces es complicado. Pero para que sepan por qué adoró tanto a AE, debería contarles algo, porque probablemente muchas no conozcan la historia. La verdad es que si yo estoy ahora aquí escribiéndoles estas líneas es gracias a AE (si quieren saltarse la historia e ir directamente al meollo de la cuestión, dejen de lado los cuatro siguientes párrafos, no me voy a ofender...).

Corría el año 2004… en un lugar llamado Tasngamandapio, mi pueblito natal, de crepúsculos arrebolados… No, en serio, está bien, me pongo seria por un rato. En el 2004 Warner Channel estrenó en Latinoamérica The L Word, que muchas podrán criticar, pero que nadie puede negar que fue un antes y un después en la televisión y que en su momento nos voló la cabeza. Por aquel entonces yo había comenzado a tener un acceso amplio a Internet y había descubierto un maravilloso mundo virtual donde había otras chicas como yo, de diferentes edades, pero con inquietudes similares. En AE, que siempre se dedicó a hablar de temas sáficos, pero que más que nada hacía hincapié en la representación de las lesbianas en los medios de comunicación, tenían una genial escritora de seudónimo Riott Grrrl que escribía unos fantásticos recaps. Mi rutina era ver el capítulo nuevo de TLW y salir corriendo a leer escena por escena lo que había pasado en el episodio. Estos textos eran para morirse de risa.

Por esa época también frecuentaba el foro de Warner, repleto de tortonas de habla hispana, y me di cuenta de que muchas no tenían idea de qué eran estos recaps que nos tenían tan locas a muchasa de nosotras, porque muchas sencillamente no hablaban inglés. Entonces tuve el impulso de comenzar a traducir estos recaps para que las demás también pudieran leerlos, pero seamos sinceras, las traducciones nunca son lo mismo que los originales. Así que me planteé la posibilidad de hacer yo misma estos recaps y comenzar a postearlos en un blog. Pasaron muchas cosas en el medio, tuve una socia también, y la idea se amplió y así fue como surgió Las Amazonas, página a la que dediqué mucho tiempo y que estuvo activa desde principios de 2005 a finales de 2009, y sé que muchas me conocen desde aquellos años, y en especial por estos recaps, que hice de la segunda a la quinta temporada de TLW con todo mi amor y toda mi acidez.

En fin… como verán hoy estoy acá porque alguien me inspiró a hacer algo que yo sabía que quería hacer y que me gustaba, pero a lo que no me había animado. Hoy es mucho más común tener blogs, pero por aquella época emprender un proyecto web no era tan sencillo y los blogs, per se, no estaban en auge como en la actualidad. Claro que por esos años Afterellen no era lo mismo que es ahora, tenía otro grupo creativo detrás y no era tan masiva como en estos días. ¿Está mal que hoy lo sea? Por supuesto que no.

Lo cierto es que promediando la década que ya se está por terminar, AE contaba entre sus filas con Sarah Warn (creadora y editora desde el 2002), Dorothy Snarker y Malinda Lo, y laburaban todo a pulmón, quizás como lo hacemos ahora @Camila0109 y yo. Las cosas eran distintas, la época era distinta y la verdad es que muchas antiguas lectoras coincidirán conmigo en que AE ya no es lo que era antes, y quizás el cambio se dio luego de que la página se unió a Logo Online, el sector virtual del famoso canal Logo, dedicado al entretenimiento LGBTTI.

Malinda Lo se fue a escribir su novela, Sarah Warn despegó y dejó su cargo a otra persona, y hoy en día el sitio es lo que es porque tienen a muchas chicas trabajando detrás, mucha bloguera, de las que escriben muy bien, de las que escriben medianamente aceptable, y de las que escriben que te dan ganas de dormirte a mitad de párrafo (excelente ejemplo es la actual "recappera" de Glee, my Goddess, ¿podés ser más aburrida?).

¿Por qué se fue Sarah o Malinda (aunque de vez en cuando hay algún texto de ellas)? No lo sé, ¿vendieron y se llenaron de dinero, las echaron, consiguieron algo mejor que hacer, ya no quieren dedicarse a cazar lesbianas y prefieren cazar mariposas, siguen ganando dinero con la página pero tienen un ejército de escritoras a las que tratan como a elfos domésticos? Realmente no lo sé, no vivo en los Estados Unidos ni me siento a leer chusmerío barato, pero lo cierto es que el cambio se sintió mucho en AE.

Ojo, siguen teniendo algunas notas que son geniales y la verdad es que tienen un acceso envidiable a la meca del cine y la televisión. Se cruzan con Jane Lynch en el bulevard hollywoodense, acceden a entrevistas con Rose Troche, Julianne Moore o Ilene Chaiken, y se codean con actrices que interpretan a nuestros personajes preferidos en la alfombra roja. Digamos que están en el centro de todo, son un sitio web ultra conocido y respetado en la tierra de Obama, y además están respaldadas por Logo, que no es poca cosa. Por eso, y muchas coincidirán, siguen siendo una gran biblia lésbica, por historia, por acceso, por información.

Sin embargo, muchas lesbianas de la primera ola, como lo soy yo o Cami, no se cansan de criticar el cambio y de hablar de arreglos económicos, de constantes promociones a ciertas estrellas, artistas o programas de televisión y películas que, si no fueran por AE, nadie conocería. Insisto, no sé si es tan así, pero sí sé que antes de hablar (o escribir, en realidad) hay que ser muy consciente de que se hace en un sitio público y que, como dicen por aquí en Argentina, “el archivo te condena”.

Por alguna razón la nota que dio Oprah Winfrey a una famosa entrevistadora norteamericana la semana pasada pegó fuerte en Heather Hogan, que luego de verla mal porque se la acusaba de lesbiana, se decidió a escribir su artículo con bastante furia y con algunos argumentos totalmente debatibles. Según ella, Oprah lloró cuando la conductora la preguntó sobre los rumores de lesbianismo que la vienen siguiendo desde hace décadas, y como las lágrimas de una de las mujeres más poderosas de la Tierra parecen haber hecho llorar a los ángeles, Heather decidió tomar cartas en el asunto y enojarse porque, al parecer, las lesbianotas del mundo no hacemos más que presionar estrellas (gays o heteros) a salir del clóset, y eso a ella le parece q está mal… mira vos…

¿Quieren seguir leyendo esta extensa carta? Bien, aquí tienen la "parte 2" ;)