GLEE: "Faberry", el subtexto te condena (parte IV - "Michael") (By Débora Dora)

No hace falta que cambie diálogos o me meta en el medio para hacer relucir el subtexto lésbico, porque lo que sucedió en el último capítulo de Glee, "Michael", ya es puro TEXTO. Falta para el recap #Camidora de esta semana, pero no puedo con mi genio, y como amo hacer notas de "El subtexto te condena", aquí tienen a las "Faberry" como siempre las quisieron ver... ¡Tocándose!

Recuerden que los pensamientos van entre ** y que mis intervenciones son totalmente innecesarias, pero no pude contenerme...

Rachel Berry: Ah… Quinn, al fin te encuentro. Te busqué por todo el colegio, no pensé que te iba a encontrar en este lugar tan cliché. ¿Tan poco piensan de nosotras los guionistas de Glee que siempren organizan nuestras reuniones en el baño?

Débora Dora: Agradece que al menos está viva, Rachel… Yo como venían los capítulos hasta el momento podría haber supuesto que la ibas a encontrar colgada dentro del baño…

Quinn Fabray: Acá estoy… ¿me necesitabas?

R: Te estoy buscando, porque tengo que contarte algo y quiero que lo escuches de mi boca.

 

 

Q: ¿Estás embarazada? Ah… no, esa fui yo en la primera temporada... ¿Ali Adler te invitó a salir? ¿Ya firmaste contrato para la cuarta parte? Decime que no, por favor…

 

 

R: ¿Me vas a dejar hablar? No, no es nada de eso… Bueno, casi nada, en realidad…

 

 

Q: Ok, te escucho, pero no empieces a irte por las ramas como siempre…

 

 

R: Los guionistas obligaron a Finn a pedirme matrimonio…

D.D.: Assholes!

 

 

R: Y… yo aún no le contesté nada…

 

 

Q: Rachel, ¿qué tienes que pensar?

 

 

Q: ¿Alguno de tus padres gay te tiró de la cuna cuando eras bebé? ¿Quedaste medio tarada? ¿Cómo te vas a casar a los 17? ¿Qué es esto? ¿Kentucky?

 

 

R: ¿Qué quieres que haga? Me dijeron que no vas a seguir en la próxima temporada y yo estoy obligada a ver cómo se hunde este barco… Si me prometes que no te vas de Glee…

Q: No puedo creer lo que estás diciendo.

 

 

Q: A ver si dejas de hablar tantas incoherencias como Brittany. ¡Toma!

R: ¿Una carta? ¿Qué es esto, Quinn?

 

 

Q: La copia de la ley de matrimonio igualitario en Nueva York…

 

 

Q: No te estoy proponiendo matrimonio, no te preocupes. Yo, a diferencia de otros, sí tengo cerebro… Pero como entré a Yale...

 

 

Q: Sí, aunque pase medio año embarazada, otro medio año deprimida, otro tanto haciéndome la loca y escapando de clase, y el último periodo intentando robarle mi hija a tu madre biológia, en esta serie hicieron que una de las mejores universidades del país me admitiera rapidísimo. Increíble, ¿no?

 

 

R: Oh, Quinn estoy tan orgullosa de ti…

 

 

R: Y de mí… Mira, te estoy abrazando sin anticiparlo como siempre…

 

 

Q: *Está tan cerca, su aroma me mata… Podría besarla en este momento y acabar con toda esta pantomima de una buena vez*.

D.D.: Por favor, Quinn, hacenos felices.

 

 

Q: Rach, lo que quiero decir es que sé que aún no recibiste tu carta de NYADA, pero vamos… Hasta el irlandés ese se da cuenta de que vas a entrar a esa universidad y ni siquiera es demasiado lúcido…

 

 

R: Quinn, no seas mala. Al menos es más lúcido que tu amiga Brittany que ni siquiera es capaz de saber cómo se traba una puerta.

 

 

Q: Bueno, no importa, el tema es que obviamente ya recibirás tu carta, estarás alegre y cantando por los pasillos del colegio, y en pocos días podremos empezar a planear todo lo que vamos a hacer los fines de semana que nos encontremos en el campus a solas. Y, por supuesto, estoy hablando de actividades que no requieren ropa…

 

 

R: Rubia, no pongas esas escenas en mi mente, que ahora no puedo concentrarme en esta línea argumental espantosa.

 

 

Q: Alguna vez te tocaba, Rach… A mí por suerte me acomodaron un poco en este capítulo… Y ahora, por ejemplo, puedo hacerte una lista de todos mi ex novios a los que nunca amé sin siquiera parpadear…

 

 

R: Entonces… ¿qué quieres decirme, Quinn? Que debo dejar el spotligh que me ofrece Glee, romper la fabulosa dupla “Finchel”, de la que tres preadolescentes son fanáticas, e irme contigo a la colonia lésbica de Santana.

 

 

Q: Mmm… no es una mala idea…

D.D.: ¿Puedo ir con ustedes? ¿Puedo, puedo?

R: No sé qué decir… La iluminación natural de este baño realza tu perfecto y precioso cabello y me distraigo de tu discurso…

 

 

Q: No puedes casarte, insisto, ¿quién eres? ¿Bella Swan? Tienes que terminar con Finn de una buena vez. No querrás llavarte a ese mamut a Nueva York y tener que andar inventándole una historia estúpida cada vez que me quieras venir a ver a New Heaven, ¿no?

R: Ouch…

D.D.: Quinnie, es lo más inteligente que has dicho en tu vida.

 

 

Q: Venga, Rachel, todo muy lindo… Pero es tiempo de dejar de arrastrar anclas y mirar de una buena vez hacia el horizonte, bla bla bla, y cualquier otra metáfora naval que quieras usar...

 

 

R: No sé si enojarme porque eres demasiado directa, o dejar que la excitación me recorra el cuerpo y estamparte contra los lavabos, porque estás siendo tan madura e inteligente en este momento, que me haces mojar de solo mirarte...

D.D.: Lo segundo, por favor…

 

 

Q: Además… si vamos a hablar de envejecer con alguien, amores para toda la vida y jugar al ajedrez en el geriátrico, creo que únicamente deberías pensar en mí.

R: Wow…

 

 

Q: Ya no sé cómo decirtelo, Berry. Deja a Frankenteen, y de paso también deja a Ryan Murphy de una buena vez.

 

 

Q: Mira, Rach, tú y Finn hacen una hermosa pareja.

R: ¿Eh?

D.D.: What?

Q: Sí, es lo que tengo que decir según este guión, pero como verás el sentimiento no llega a mi cara. Ni yo creo mis palabras...

 

 

Q: El asunto es que si quieres tener un futuro brillante, actuando en Broadway, tomando algún café descafeinado con nombre raro en algún barrio gay de Manhattan, como SoHo o Tribeca, no te queda más opción que seguir mi consejo: vas a tener que decir adiós.

 

 

R: Espera, ¿a dónde vas, Quinn?

Q: Esa frase me inspiró una canción que te voy a cantar frente a todos. Tú me cantaste “Get it right”, yo te voy a dedicar un tema que te hará perder las pantaletas.

 

 

Q: "I never gonna say goodbye…".

D.D.: Wow… ¿un solo de Quinn? BEST. EPISODE. EVER.

 

 

Q: Chau, gilastrún… Rapate el mapache ese que tienes en la cabeza de una vez por todas.

 

 

Q: Chau, Orca, no sabes la de cosas que le voy a hacer a tu novia cuando te deje de una buena vez por todas…

 

 

Q: Chau, Trouty Mouth. Está clarísmo que no me gusta que ningún hombre me agarre de atrás, ¿no?

 

 

Q: *Mmm, veamos la decoración de mi casillero… Artie más gay que de costumbre, el bocón, una beba que no reconozco… Ah, esperen… Sí, sí, es Beth…*.

D.D.: ¿Qué haces con fotos de hombres? A mí no me mientas, pressed lemon…

 

 

Q: Es para disimular… ¿No ves que también tengo una foto navideña en la que Rachel me está apoyando? También están la Twatblocker oficial y la insportable de Mercedes. Pero en realidad la idea era que solo las parejas lésbicas salieramos en la imagen...

 

 

D.D.: ¿Rachel con la cara tapada?

Q: Tengo que disimular un poco… Santana tiene un gaydar increíble y no quiero confirmar sus sospechas…

 

 

D.D.: ¿Y la gardenia?

Q: Mmm… secreto…

Q: “Tell me why is it so? Don´t wanna let you go…”

R: *Mmm, las cosas que le haría cuando canta con esas vocecita…*.

 

 

Q: “No no, baby…”

D.D.: Te arrancaría ese saco con los dientes…

 

 

R: *No me puede hacer esto, no me puede hacer esto. Se supone que tengo que estar triste porque no tengo futuro universitario, o porque tengo un mamotreto como novio… Pero todo lo que me pasa por la mente en este momento es sacarle ese vestido y…*.

 

 

Q: “Oh, please, don´t ohhh, baby”.

 

 

Mr.Shue: Muy bien, Quinn. Eso fue genial, además de milagroso, porque no recordaba que pudieras cantar después de tanto tiempo sin que te tiren un solo… Bailas medio raro, pero bueno… se te perdona. Ahora, mejor dale al glee club las buenas nuevas…

Q: Ok… entre a Yale… Nadie entiende cómo, pero… what the hell?

Glee club: *cheers*

 

 

Q: Ah, sí… De paso, ya que estamos sincerándonos, les agradezco por haberme abandonado durante tres años y por haberme ignorado repetidas veces mientras yo me deprimía, comía bacon, dormía en la casa de Mercedes (por algún extraño motivo que aún no entiendo), y luego me dedicaba a fumar y a vandalizar el colegio. Qué amigos, ¿eh?

Q: En fin, eso ya no importa, porque en realidad les quería contar otra cosa. Esta canción que se dignaron a dejarme cantar los creadores de la serie va a dedicada a una sola persona…

Q: Por si no se enteraron todavía, porque son ciegos, sordos, shippeadores de los "Finchel" o algo por el estilo... Hace tiempo que estoy enamorada de Rachel Barbra Berry, y quiero tener hijas étnicas con ella y llevarlas al Central Park a pasear y a alimentar a los patos.

Q: Sí, Brittany, puedes venir con nosotras al parque...

Finn: Esperen… ¿qué?

D.D.: Shut up, you moron!

Puck: Nice...

R: *Voy a matarte, Fabray, ¿cómo vas a hacerme esto delante del grupo? Voy a tener que explicarle al zanguango este que dos mujeres son incapaces de reproducirse juntas… por ahora…*.

¿Continuará?