HARRY POTTER: los chicos crecen... ¡y cómo!

Ya lo anticipé, para las que quisieran escuchar, que ésta para mí sería una semana muy “potteriana”, es que quien suscribe es una fana de la saga literaria, creada por J. K Rowling, desde sus inicios. Bueno, no tanto, porque cuando descubrí el mundo mágico de Harry Potter ya había tres libros editados y yo ya era bastante grandulona.

Le robé el libro a un antiguo amigo, de esos que no leen ni los chistes que vienen con los chicles, una navidad funesta del año 2000. Se lo había prestado la tía y estaba juntando tierra arriba de su mesita de luz. Me lo devoré en unos días y se lo devolví sin que la dueña sospechara nada. Mi amor por Harry fue a primera vista, y desde ahí no paré. Cada día de estreno de sus adaptaciones he estado sentada en primera fila (más que nada porque soy un poco cegatona), y por supuesto ahora que acaba de estrenarse la primera parte del final, no podía ser menos, y allí estuve, entusiasmada, contenta, desesperada por ver un maravilloso libro reflejado en la pantalla grande.

Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, Primera parte no decepciona y es una adaptación bastante decente de un libro enorme como lo es el séptimo de la saga. Pero no se preocupen, no voy a hacer una crítica del film, porque además jamás podría ser parcial cuando se trata de Harry Potter. 

Como buen ratón de biblioteca quiero ver plasmado cada detalle exactamente igual a como lo imaginé mientras recorría las cientos de páginas de la novela, pero como el lenguaje cinematográfico no puede apoderarse de los pensamientos, de los recuerdos o de los deseos, digamos que, a grandes rasgos, el séptimo arte hace lo que puede. Muchas veces sale triunfante, aunque en pocas oportunidades logra vencer a la versión escrita, y en otras hace agua estrepitosamente. En general, la franquicia de Harry Potter en celuloide no ha defraudado a sus seguidores, aunque existen opiniones encontradas. Mientras que muchos fans idolatran a Alfonso Cuarón y postulan a la tercera película (El Prisionero de Azkaban) como la mejor de todas, en mi caso la pongo en último lugar por ser la más “libre”, y prefiero la emoción de la cuarta (El Cáliz de Fuego) o la acción de la quinta (La Orden del Fénix).

Se preguntarán por qué estoy hablando del preludio del gran final de Harry Potter, ¿no? Sí, además de unicornios, hombres lobo y dragones, no parece haber nada demasiado homosexual en este libro para chicos (aunque no tanto para chicos, porque a medida que la historia avanza se va poniendo cada vez más oscura).

Sin embargo, en palabras de la autora, el profesor Albus Dumbledore, director del colegio y personaje alrededor del que gira la historia del último libro, habría sido un poco… ¿cómo decirlo? Ah, sí, ¡gay! Por supuesto, esto la Rowling lo comentó como al pasar y generó todo un revuelo luego de la salida del séptimo libro, porque es recién en esta etapa cuando se empieza a indagar en la vida de este genio que ha sobresalido entre otros magos y brujas. Así que contando a un anciano que habrá tenido alguna aventurilla durante sus años mozos, no hay mucha más gaydad en la saga "potteriana". Una lástima, porque con tantas lindas chicas… Y es precisamente por estas lindas chicas que estoy escribiendo estas palabras y les traigo las imágenes de estas actrices que, por suerte, han crecido y mucho, y ya mi romance con ellas puede ser legal. ¡Gracias Lady Cheesus!

Primero que nada, una foto de Daniel Radcliffe, porque es el protagonista de la historia, obviamente, y sobre todo porque es un joven muy gay friendly, demasiado gay friendly diría yo, hasta el punto de que muchos han dudado alguna vez de su sexualidad. El bonito Daniel ha sido portavoz para The Trevor Project y se lo ha vinculado con una futura película donde tendría una historia romántica con Ryan Kwanten (el hermano de Sookie en True Blood). ¡Yo te banco, Daniel!

A Rupert Grint, quien interpreta al amigo Ronald Weasley, merece figurar entre las fotos porque es el que más gritos ha recibido cuando apareció en pantalla. Es que Rupert (quien tiene una pleícula con Emily Blunt a punto de ser estrenada) creció para bien; yo no daba dos mangos por él cuando filmó Harry Potter y la Piedra Filosofal, pero sin embargo el tiempo y la adolescencia han hecho grandezas.

Y ahora sí, obvio que las chicas…

En primer lugar, Emma Watson, la Hermione de mis sueños. Cuando vi el primer envío de este grupo de películas tuve dos pensamientos en mente: 1- Qué bien la elección de esta pequeña actriz británica para ponerle el cuerpo a la señorita Granger, uno de los mejores personajes femeninos de la literatura (a mi parecer, claro está, y por quien he nombrado a mi notebook… sí, soy así de geek); le pegaron perfecto. 2- ¿Cuánto le falta a Emma para cumplir la mayoría de edad?

Es que sí y me consta no ser la única torta del mundo que tuvo este pensamiento pecaminoso, en especial a medida que avanzaban los años. Ahora Watson estudia en una universidad de los Estados Unidos, ya es mayorcita y se cortó el pelo bien corto para desprenderse de las mechas desgreñadas de Hermy. Parece más grande, lo que me hace sentir menos vieja degenerada…

Luego, continuemos con Bonnie Wright, la colorada que interpreta a la menor de los hermanos Weasley, que apareció tímida en la primera entrega, que tardó en comenzar a tomar notoriedad, y quien deslumbró a todo con sus grandes poderes. Es que cuando Ginny agita la varita, ¡agarrate! Y si bien todos los que han leído los libros saben que la coloradita siempre estuvo enamorada del muchacho de la cicatriz, no por eso muchas chicas pierden la esperanza de que alguna vez mire a su compañera y amiga de Griffindor, Hermione. Los fanfics sobre estas dos abundan en los fandoms slash.

En fin, no puedo dejar de mirarla, ustedes conocen mi debilidad por la coloradas, ¿no? Démosle un par de años más, porque tiene 19 aún, está demasiado en el límite…

Luego, hago una mención especial para Evanna Lynch por su hermoso papel de Luna Lovegood, el segundo mejor personaje luego de Hermione, y si a Emma la inteligente alumna le queda pintada, a la irlandesa Evanna el papel de la lunática y estrambótica Luna le queda aún mejor. Me parece adorable.

A éstas dos que siguen no las iba a nombrar, pero después de verlas en pantalla, aún con el poco tiempo que aparecen, creo que se merecen tener un lugarcito: en primer lugar la francesa Clémence Poésy retoma su papel de la veela Fleur Delacour. Hello!, yo también quedo hipnotizada, y eso que en la vida real no tiene los encantos de las veelas. Ah, les paso el dato, tiene escenas lésbicas en la película Sans Moi, lástima que no consigo los subtítulos… o ¿por qué se piensan que estoy estudiando francés? ¡Solo para verla a ella (¡además de irle a pedir matrimonio a Audrey Tautou)!

En segundo lugar una mujer que apenas aparece en una escena es Natalia Tena, sin los colores habituales de cabello de Nymphadora Tonks, pero igual de bonita. Aunque creo que siempre estuve más enamorada del genial personaje de Tonks, más que de la actriz, lástima que poca participación tiene en las películas esta integrante de la Orden del Fénix.

Y por último, y porque se lo merece, la excepcional Helena Boham-Carter. Esta actriz inglesa siempre me gustó, siempre ahí al borde entre la cordura y la locura total, es excéntrica (conquistó el corazón de Tim Burton, así que imagínense) y misteriosa por igual. Y no hay una mejor actriz para meterse en el pellejo de la maníaca Bellatrix Lestrange, esa malvada que amamos odiar.

Además, en este film, no solo está hermosa (sí, me parece extrañamente hermosa), sino que además nos da la escena más cercana al lesbianismo que puede tener una película de Harry Potter. ¡Gracias Bellatrix!