"PARA VESTIR SANTOS": Leonora Balcarce, ¡escucharon nuestros deseos!

Debo decir que estoy muy desilucionada, pero como les prometí algún comentario sobre el nuevo capítulo de Para Vestir Santos, aquí lo tienen.

Hace dos semanas que no veía esta serie, y debo decir que además de que cada vez entiendo menos lo que están haciendo con la trama, para colmo el episodio del miércoles pasado me aburrió bastante. ¿Y qué son esas canciones? Una cada tanto, vaya y pase, pero, queridos, ¡Glee hay uno solo!

Siempre me pregunto lo mismo cuando veo que una serie que empezó realmente bien se vuelve tediosa hacia la mitad y sin sentido hacia el final. Es lo que sucede siempre, este tipo de series no están planificadas para ser tan largas, pero como dan rating, o como en realidad es más barato sostener un elenco y sus decorados durante todo un año que invertir en un nuevo proyecto, entonces la estiran como chicle y, obviamente, los espectadores se terminan cansando.

 

Eso pasó con la genial Socias (sumado esto a una falta de respeto en cuanto al tema del cambio constante de horarios) y con Tratame Bien y, por supuesto, PVS no podía ser menos. Y lo que me enoja es no entender por qué los guionistas no planifican a sus personajes a futuro, no piensan en una posible historia más allá del final supuesto que tienen en mente. Es aquí donde radica la principal diferencia con las excelentes series estadounidense. Claro, atrás de cada show, los yanquis tienen toda la artillería; mil directores, uno para cada capítulo; un batallón de guionistas; y, sobre todo, imaginación, que ojo, no creo que aquí falte, pero evidentemente es una cualidad que no abunda por los pagos del tango y el dulce de leche… qué se le va a hacer…

La verdad es que el sinsentido de Para Vestir Santos tuvo sentido hasta el episodio en en el que se descubre quién fue el asesino (en este caso, asesina) de la madre de las chicas (Betiana Bloom). Sí, hasta ahí todo cerraba, y después la historia de las hermanitas San Juan hizo agua, lamentablemente.
¿Qué pasó en el último tiempo?

Virginia (Griselda Sicialiani) decidió casarse finalmente con el Plomero Confundido (Rafael Ferro), que al parecer ya no está tan confundido, porque decidió llevar a la chica hasta el altar, pero el problema lo tiene Virgi Piernaslargas, porque descubrió estar embarazada y no sabe de quién es: si del tilingo este o del Chamán (Héctor Díaz), así que hizo la gran Novia Fugitiva y lo dejó plantado en la iglesia.

Por su parte, Susana (Gabriela Toscano) anda jugando a dos puntas, como Doña Flor y sus Dos Maridos, y va y viene con Sergio (Fernán Mirás) y viene y va con David y Goliat, a.k.a. Adolfo (Alfredo Casero). Ah, también pensó que estaba embarazada, pero no. Así que a falta de vástago, se hizo adicta al juego. ¡Una boluda alegre total!

La Conchuda (Gloria Carrá) sigue conchuda como siempre, y por eso la queremos tanto y, más mala que La Mano que Mece la Cuna, sigue torturando a sus hermanas y de paso también al Plomero.

Y finalmente Malena (Celeste Cid), que en poco tiempo se pensó que su novio, el Abogado (Esteban Meloni) era su medio hermano, se enteró que el flaco tiene un hijo, y además también pensó que estaba esperando un bebé, pero nuevamente fue una falsa alarma para la menor de las San Juan.

 

Está claro que la chica no la está pasando bien con su “novio”, y después de terminar de tener sexo con él, además de comentarle a Virgi que estaba un poco asqueda, tuvo que ir a buscar en el diccionario la definición de la palabra ‘orgasmo’, porque ya no se acuerda ni lo que es.

No entendés nada, Malenita, ¿a caso no leiste el “Manual de la Perfecta Lesbiana” que se te entregó cuando saliste del clóset? Abrilo en la página 5 y verás que en las ‘Advertencias’, además del inciso que habla sobre el peligro de mantener una relación cordial con las ex novias, también se incluye un punto donde una frase resaltada en negrita dice claramente: “El lesbianismo es un camino de ida”.

Lo siento, nena, estaba clarísimo que te ibas a aburrir en la cama con el gil ese, nosotras intentamos advertírtelo haciendo una sentada masiva en la puerta de Canal 13, pero no nos escuchaste.

 

Lo interesante de este capítulo (lamentablemente duró muy poco) es la aparición de Magda, la ex mujer del Abogado, que llega al departamento a traerle al bebé para que pase un rato con su padre. Típico de padre desprecoupado, el flaco no puede estar para recibir al crío, así que le encarga la tarea a Male, total la chica no tiene nada que hacer; al parecer los guionistas se olvidaron de sus sueños de ser actriz y de mandarla a esos geniales castings con los que Para Vestir Santos solía abrir cada episodio.

Debemos decir que Male quedó con la boca abierta cuando vio a Magda en la puerta. ¿Cómo culparla? Leonora Balcarce siempre estuvo buena, y ahora está mejor que comer con la mano (Bondiolita dixit). Sí, chicas, ¡Leonora! Y ya me siento como si estuviésemos en el foro de las “locas del F.B.I”, que a veces creen que Ryan Murphy y el resto de los guionistas de Glee leen las cosas que ellas escriben sobre las “Achele”, así que siguiendo su ejemplo debo decir que es probable que Javier Daulte, guionista de este show, esté leyendo Deborarte y haya creído que complir con los deseos de las fans les otorgaría más televidentes. Bueno, Daulte, probablemente te hayas ganado un par más de puntos de rating por incluir a Celeste Cid + lesbianismo + Leonora Balcarce en el mismo programa.

Típico de lesbianota, Malena ni repara en el chico colgado de Magda, y sin embargo queda obnubilada por la ex de su actual. Después se ve que le cuenta un par de cosas de su vida, mientras comparten un café (hablando de café, ¿Martina Gusmán no va a volver nunca?), bueno, no, en realidad estaban tomando vino, pero necesitaba una excusa para recordar a Laurita, y así nos enteramos que Magda es veterinaria. ¿No es muy tierna?

  

Y claro, eso que habíamos visto en el adelanto era simplemente un poco de imaginación, pero a nosotras ¿qué nos importa? Volvieron los besos lésbicos a Para Vestir Santos, y por un rato los pastelitos estamos de festejo. Fue una buena semana, primero “Brittana” se hace realidad ante nuestros ojos, y después Male vuelve a las andadas. Lástima que mientras que en la cama es Magda la que baja por entre sus piernas, es el Abogado el que sube. Y sí, la única manera de que Malena ehh… “culmine”, es pensando en otra mujer mientras tiene sexo con su novio.

 

 

Pero el problema está cuando la chica se vuelve a cruzar con la ex y le quiere meter un beso. ¡Noooo, Male!

No te confundas, en serio, ahora sí voy a creer que no leíste el manual, al menos no la primera parte, y directamente cortaste camino hasta el último capítulo: ‘Los beneficios del lesbianismo’. Sí, te emocionaste de saber que si coleccionabas tres heterosexuales o bicurious se te haría entrega de la tostadora, pero no Male, hay que ser un poco más sutil. Parece que a la chica no le gustaba demasiado Malena en particular, pero quizás si era otra mujer y esa mujer no estaba enganchada con su ex, Magda hubiese agarrado viaje.

  

“Se lo decís vos o se lo digo yo”, culminó así la participación fugaz de Leonora Balcarce. ¡Lástima! Ah, sí, ni espero, y se lo dijo ella, por lo que el Abogado fue a hacer flor de escandalo a la Casa del Pueblo. En fin, Male está solterita y… ¿sin apuros?

 

 

El adelanto de la semana que viene no da indicadores de qué puede llegar a pasar con su personaje, aunque se la vio hablando con un flaco. ¿Vas a seguir insistiendo, darling? ¡No entendés nada, Malena San Juan!