"PARA VESTIR SANTOS": las hermanitas San Juan salen a la cancha

La semana pasada me quejaba de la molesta relación entre Virginia (Griselda Sicialiani) y el Plomero Confundido (Rafael Ferro), pero por suerte, la chica me escuchó y ya anda haciendo de las suyas, digamos, para ponernos a tono con el vocabulario de Para Vestir Santos, putaneando por ahí. Y una noche que salió con Damián (Daniel Hendler) conoce a uno de sus amigos músicos, Roy (Antonio Biravent), y parece que es amor a primera vista. En realidad sí, acá todo debe ser amor a primera vista, porque las cosas pasan tan rápido...

Pobre Damián, se cree que puede tener algo con Virgi, pero se la "sopla" el amigo. Sí, ni con Laura (Martina Gusmán), ni con Male (Celeste Cid), y ahora tampoco con la hermana de ésta, que ya le aclaró que no quería saber nada con él y lo de ellos fue una revolcada y nada más. Así que ella sigue adelante y pega onda con el rockerito que interpreta el músico y actor Antonio Biravent, siempre haciendo los mismos papeles, porque le da el fisic du rol. Hace mil años que no lo veía actuar...

Buena manera de olvidarse del Plomero Confundido, con el que claramente jamás tendrá nada normal, porque anda la Conchuda (Gloria Carrá) en el medio, que luego de decirle a él que la medio hermana es una porquería de persona, le tiene que demostrar a Virgi Piernaslargas que el tipo del que supuestamente está enamorada no le va a en saga. Así que se acuesta con él y filma un videíto sexual que ni Paris Hilton. Es divertido cuando la Conchu se lo muestra a la parejita, antes de ligarse una piña de él, que no parecía para tanto, pero que la hace sangrar de lo lindo. Lo único que le faltaba al tipo ese es pegarle una mujer, por más conchuda que sea. 

Lo mejor de la escena: Malena llega en medio de la acción, pregunta qué están mirando, y mientras que hay revolución a su lado, ella ve el video de su ex medio hermana como si se tratara de una condicionada de Venus. ¡Alucinante! Solo le faltan los pochoclos.

Después, con un “pirulín” en la boca (¿qué aparezcan cosas fálicas a su alrededor es un preludio de lo que vendrá?), Male habla del banco de suplentes en el que Virgi tiene sentado al tal Roy, y será un tema recurrente a lo largo del capítulo…

Pero Virgi no es la única que conoce tipo nuevo, porque Susi (Gabriela Toscano), que anda soltera y libre de la cárcel, está por entrar en crisis, porque está a punto de cumplir los cuarenta, así que se quiere hacer alguna cirugía. Sí, quiere ser más latina, una latina sexy. Ay, esta mujer me mata, ¡cómo me hizo reír! En especial cuando dice que se quiere agregar talones, y le pide precio al médico por el combo de operaciones. No, Susi, no los hagas, ¡nos gustan las gnomas!

En la oficina del cirujano conoce a un desubicado que se le pone a hablar, terminan tomando un café y le cuenta que es ex policía. El señor que se llama David (aunque con lo que engordó parecen David y Goliat los dos juntos) está interpretado por el comediante Alfredo Casero, que así como no me gusta como comediante me gusta como actor, aunque siempre haga el mismo papel. De hecho, su David no está muy lejos de aquel rol que interpretaba en Culpables, donde también hacia de pareja de la Toscano. ¡Qué gran serie! Era en la que la Conchuda se besuqueaba con Florencia Bertotti. Sí, sí, en algún momento se las traeré en nuestra nueva sección "Tortas en el Recuerdo".

Lo loco es que nuevamente las tres tienen a alguien en sus vidas, y como luego dice Malena, están enamoradas, así que “cagamos, y cagamos groso”. Qué loco…. En general a la gente le cuesta un poco más enamorarse, pero no en el universo diegético de Para Vestir Santos, claro está.

¿Qué pasa con nuestro pequeño pastel? La doctorcita, Ema Brosio (Julieta Díaz) lleva a Male a su casa. ¡Alta casa! En la casa también vive con su padre. ¿Por qué una médica en los treinta aún vive con su progenitor? Es medio weird… Sí, la escena que está por venir también lo es.

Sabemos que mientras que Male se viste como una vieja aniñada, Ema simplemente parece una feminista de los cincuenta. Sabemos que sus padres “viven separados para no separarse”, y que la mamá está en Córdoba. La habitación de la Doc también parece de la misma época que la ropa, su cuarto quedó detenido en el tiempo, y tanto el mobiliario como el cuadro parecen demasiado anticuados. Quedó claro que son una familia conservadora, ¿no?

Ema (desde la otra punta de la habitación): ¿Querés tomar un té, un café, algo?

Débora Dora: ¡Una lágrima!

Male (con miradita libidinosa, sentada en la cama): No, gracias… (pero encantada te tomaría a vos…). 

Y se viene, se viene, se viene. Si @Debora_dora estuviese ahí diría muy suelta de cuerpo, ¡a los bifes! Pero por suerte no está, y Ema le dice que estuvo pensando mucho en ella, ¡en Male, no en D.D., obvio, no tengo tanta suerte! Male internamente se pregunta si habrá estado pensando en ella desnuda, por la cara con la que la miró digo…

Claramente, Ema está desbordada por sus sentimientos y le dice que hacía tiempo que no estaba tan contenta. Como las palabras sobran, y su hermana Susi le enseñó a ahorrar, la menor de las San Juan no dice nada y comienza a besarla apasionadamente cuando la Doc se sienta con ella en la cama. Interrumpe para preguntarle si ella le gusta; creo que no hace falta que Malena conteste, porque le quiere meter mano desde que llegó.

¡Por favor! ¡Qué escenita! La Cid… eh, digo… Male no conoce el juego previo y en seguida le abre los pantalones. Le lame el cuello, la besa, y Juli… eh… digo… la Doc ya está en éxtasis, hasta que le pregunta con cara de maniática si la quiere. ¿Ya? Oh, my Goddess, no sé ustedes, pero yo de Male ya hubiera salido corriendo. Male no contesta y sigue su trabajo hasta que vemos que por la puerta de entrada llega el padre malo de Ema. Porque ya sabemos que es malo, al menos es esa la sensación que nos dejó el otro día la Doc cuando hablaba de él, un poco asustada.

El señor Brosio está interpretado por Horacio Peña; confieso que me costó reconocerlo, hacía muchos años que no lo veía, pero las que son de mi generación lo recordarán como el padre de Mariana (Nancy Dupláa) en Montaña Rusa… ¡qué tiempos aquellos!

Nuestro corazón ya comienza a palpitar, porque nos imaginamos que el tipo va a irrumpir justo cuando su hija le está comenzado a sacar la ropa a nuestra amiguita, pero no, porque la empieza a llamar desde la escalera, y Ema se sobresalta. ¡También! ¡Coitus interruputus para mí coitus interruputus para todos!

Las chicas se arreglan la vestimenta a las apuradas (si tuviese una moneda por cada vez que me pasó esto, ¡sería millonaria!), y cuando entra el señor se hacen las distraídas frente a la computadora. Apuesto que están leyendo Deborarte… El tipo ni siquiera saluda a la chica y habla enojado como si no estuviese presente.

Señor malo: ¿Amiga de dónde? (desubicado much?).

Doc: Del hospital.

Señor malo (a Malena, con cara de pocos amigos): ¿Médica?

Male: No, actriz… (Male, ¿nadie te dijo que mejor cierres la boca y te limites a lucir bonita?).

Señor malo: Si me vas a mentir, ¡mentime bien! ¿En qué andas Ema?

¿Y este? ¿Es vidente? Su hija lo echa del cuarto, y luego, con los ojos llenos de lágrimas, le pide perdón a Malena. Sí, la verdad, todo por pajera, te pasa, petisa, si me hubieras escuchado, te hubieses ido cuando te lo recomendé, y hubieses evitado el mal trago.

Male (toda hermosa): ¿Vos te pensás que se te va a pasar esto en algún momento? (sacudiendo la cabeza con una sonrisa). No se te va a pasar… eh…

Así nos enteramos de que la médica está comprometida con un flaco que vive en Mar del Plata. Male, ¿ahora la huida te parece buena? Pobre chica, ¡no tiene suerte! Una con una ex loca, la otra con un tipo a cuestas, a punto de casarse…

El padre grita como un militar, desde el pasillo, y su hija acude corriendo.

Señor malo: ¿Vos te diste cuenta, no? ¿De que esa chica es lesbiana? (guau, ¡el hombre tiene gaydar! Y obviamente no come vidrio).

Doc (luego de decirle que ella es una mujer y no una nena para darle explicaciones): Sí, es lesbiana, ¿y qué? (y ahora, para estar a tono con esta serie, Julieta Díaz podría comenzar a cantar: “A quién le importa lo que yo haga. A quien le importa lo que yo diga… Yo soy así, así seguiré, ¡nunca cambiaré!”).

Y se viene la salida del clóset, porque, como vengo diciendo hace bastante, en Para Vestir Santos pasa todo acelerado. Al tipo no le importa si se casa o no se casa con el marplatense, lo que quiere saber de una vez por todas es qué cuernos estaban haciendo en el cuarto ella y la lesbiana cuando él llegó. Cachetada de por medio, es lógico que la mujer se vaya de la casa. “Lo peor es que sos una persona inteligente, pero no te sirve de nada”, le dice a su padre, ¡cuánta razón, darling! ¿Sabés cuántos hay así?

Cuando Susi le cuenta a su hermana que conoció un tipo, Virgi Piernaslargas me hace reír: “estás más puta que las gallinas”. Esta novela, con tiempos locos o sin tiempos, ¡me mata! Llega Male y les anuncia a sus hermanas que la Casa del Pueblo tiene una nueva huésped; era obvio que Ema iba a terminar durmiendo ahí. Pero eso no importa, porque Susi les cuenta su deseo de ser más latina, Male se le ríe en la cara (¡yo también me reiría!), y luego le dice que está loca por estar saliendo con un ex policía. Ah también le dice “trola de alma”. ¡Genial! Y vuelve a hablar del banco de suplentes, al que ya pasó el Plomero Confundido. ¿Notaron la carita de Male cuando Virgi Piernaslargas le cuenta del video sexual de la Conchuda a la mayor de las San Juan?

Para el cumple de Susi, que como no se agregó tobillos todavía, se hace un peinado de los cincuenta (apuesto que a Ema Brosio le va a encantar) para parecer más alta, cada una de las protagonistas de esta loca historia lleva a su jugador suplente. Sí, el banco quedó vacío, bueno no tan vacío, ahora vemos a los nuevos suplentes en el banco (entre ellos Laurita), todo como si fuera una cancha, obvio es la fructífera imaginación de Malena.

¡Qué escena la de la mesa, por favor! David no es más desubicado porque no tiene tiempo (sí, el tiempo es tirano en la televisión, y ni te cuento en PVS), y dice todo lo que no tiene que decir mientras comen, como por ejemplo, dejar ver que es un poco bastante homofóbico. ¡Camuflate! El tipo no para de hablar y de meter la pata, tocando todos esos temas difíciles de tratar, aún muchas veces cuando una conversa con gente conocida. Pero él es así, directo y sin filtro, y las caras de odio se multiplican.

Susi se quiere matar y arrastra a su nueva adquisición hasta la habitación. No sé si reírme o pegarle cuando Susi le cuenta que la más chiquita es lesbiana, y él quiere mandarla a hacer ejercicio para que se le acomoden las hormonas. Hoy empecé el gimnasio, ahora tengo miedo de volverme heterosexual además de mejorar mi estado físico (¿qué estado físico, D.D.? ¡Deja de mentir!). Después agrega que él es “muy claro con esto de los depravados”. Ahora lo odio, pero después me vuelve a hacer reír cuando ya empieza a decirle a Susi que ella va a ser la madre de sus hijos. ¡Por favor! ¿De dónde salen estos energúmenos que las San Juan llevan a su casa?

En la cocina las dos menores están indignadas, y yo demasiado divertida.

Virgi: ¡Por dios! Este pibe David, qué fachero, ¿no?

Male: ¡Fachista!

¡Me las como!

Suena el timbre y Male grita como un camionero: ¡la puerta! ¿Y ahora quién cuernos es? No importa. Porque PVS no se deja de poner bueno, en especial cuando Male irrumpe en la habitación de Susi y anuncia que está la torta. “¡La torta de cumpleaños!”, aclara Susi con los ojos como platos. ¡Hilarante!

Susi: Mi tío es gay… o algo así, también… ¿no te molesta, no?

David y Goliat: Creo que necesitan un exorcismo…

Mientras soplan las velitas, Puka pide un brindis y delata al tío Horacio (Hugo Arana) sobre su enfermedad, pero ella está contenta, porque el tío le mintió y le dijo que todo fue una falsa alarma…

Y así todo acaba en PVS… hasta la semana que viene… ¿qué nos depara el próximo partido?

Martina Gusmán y Celeste Cid vestidas de mucamas (mmm) – Hablando de videos sexuales… - David hace muy mala letra – La Doc queda con el corazón con agujeritos – Susi nuevamente con problemas con la ley.